La leyenda de los atrapasueños
Cuenta la leyenda que había una mujer araña llamada Asibikaashi que cuidaba a la gente de la tierra. La mujer araña, velaba por toda criatura de nuestro mundo, inclinándose sobre las cunas y las camas de los niños mientras tejía una fina, delicada y fuerte telaraña que era capaz de atrapar todo mal entre sus hilos y hacerlo desvanecer al alba.
Cuando su pueblo se dispersó por América del Norte, le comenzó a resultar muy complicado cuidar a todos los niños, por lo que las madres y abuelas tuvieron que comenzar a tejer redes con propiedades mágicas que atrapan los malos sueños y las pesadillas, protegiendo así a sus niños.
Tradicionalmente, los Ojibwa construían los atrapasueños atando hebras de sauce alrededor de una argolla circular de unos 9 centímetros o con forma de lágrima, resultando una red similar a una telaraña, hecha a su vez con fibra de ortiga teñida de color rojo.